LÍRICA
Vida y vuelta (2014)
La obra recoge las principales obras poéticas del autor a lo largo de más de diez años. Los primeros textos, presentes en “Yo” (ganador del Gallo de Vidrio de 1999) se actualizan con otros de la segunda década del siglo veintiuno, recogidos en el poemario “Las luces de Nerón”. El título alude al crecimiento de cualquier ser humano, fruto de la construcción y de la destrucción personal. Los temas de “Vida y vuelta” abarcan principalmente el amor, la muerte y el desarraigo. Destaca, finalmente, por ser el único libro publicado en toda la historia con la portada íntegramente en blanco, dándole pie al lector a que pinte algo en ella (o sobre ella), a que complete el acto creativo, aportando su cordura y su creatividad. Se concibe el acto de la lectura, con ello y por tanto, como un proceso creativo y no meramente estático.
Cartas de amor (2006)
La mayoría de los textos recogidos en la antología (gratuita e inédita) que se presenta en esta web tienen una vocación preciosista y no tanto autobiográfica. En dicha disciplina, la epistolar amorosa, asumida dentro del campo de la lírica, Fernando Fedriani destacó, obteniendo dos galardones de cierta enjundia, como son el que concede la Biblioteca de Dos Hermanas, y la Cadena Cope. La antología de cartas de amor que presentamos dará cobertura a los corazones sensibles, deseosos de leer textos que muestren la belleza del amor, aunque también su cara más aciaga.
Yo (2000)
Fernando Fedriani ganó el Certamen de Poesía Gallo de Vidrio con solo diecisiete años. De él dijo Odón Betanzos que extrapolaría su producción a la narrativa para llegar a realizarse. No se equivocó. Y si por algo destacan los versos de “Yo”, poemario con el que el autor inventa el “silogismo poético encadenado” (término del académico Odón Betanzos), es por la ingenuidad y naturalidad con la que brotan los versos, trenzados casi con insolencia. “Yo” es un “yo adolescente”, la búsqueda de un lugar en el mundo, de una voz propia, de un camino sobre el que vivir. Y se expresa, tal vez como profecía futura, el amor de Fernando Fedriani por Granada, y su anhelo de sueños, de estrellas, pero también de sombras..